Hoy, en Recre-arte con tus derechos, nuestra serie de recomendaciones de obras cinematográficas, pictóricas, musicales, literarias… Presentamos…
Los burgueses de Calais, de August Rodin (1888)
La palabra “burgués” se suele utilizar con un tono despectivo para referirse a alguien de clase acomodada o con dinero, o que tiene la actitud de alguien que pertenece a esa clase. Este significado viene del siglo XIX, cuando la burguesía se convirtió en una clase social dominante y poderosa, sobre todo en política.
Pero antes de eso, el término burgués se refería a los trabajadores de las ciudades o burgos (muchas ciudades incluyen «burgo» en su nombre: Edimburgo, Hamburgo, Salzburgo…) Se dedicaban a las profesiones liberales, es decir, a las que desempeñaban los ciudadanos libres, que no eran esclavos. Principalmente eran mercaderes y artesanos de todo tipo. Se podría decir que eran trabajadores autónomos de pequeñas y medianas empresas.
¿Y por qué los inmortalizó Rodin en esta escultura? Pues la razón, en realidad, no guarda ninguna relación con la actividad o el trabajo que desarrollaban. La obra fue un encargo del municipio de Calais (Francia) para conmemorar un hecho histórico y a los personajes que lo protagonizaron.
Estos seis burgueses ofrecieron sus vidas al rey Eduardo III de Inglaterra antes de que invadiera Calais en 1347. A cambio, el rey debía permitir huir a todos los habitantes de la ciudad. Un gesto totalmente altruista, radicalmente opuesto a la idea que se tiene de los burgueses en la actualidad.
La historia tiene un final feliz. La esposa del rey pidió clemencia y Eduardo III le hizo caso: los burgueses no fueron ejecutados y la reina les ayudó a escapar.
Rodin tardó más de tres años en esculpir esta pieza y durante ese tiempo realizó varios bocetos que se encuentran repartidos por todo el mundo. La obra definitiva, ubicada delante del Ayuntamiento de Calais, refleja con gran expresividad las emociones y estados de ánimo que seguramente sufrieron estos seis hombres cuando se dirigían al campamento inglés para entregar las llaves de la ciudad y morir ahorcados: miedo, tristeza, rabia, soledad…
También sirvió de inspiración para Georg Kaiser, que escribió en 1912 “Los burgueses de Calais”, una de las obras de teatro más representativas del expresionismo.
¡Disfrutadla!
Temas laborales relacionados con esta obra: régimen especial de trabajadores autónomos / derecho mercantil